El general retirado Humberto Ortega, exjefe del Ejército Popular Sandinista y uno de los estrategas de la insurrección armada contra la dictadura de Anastasio Somoza Debayle en 1979, murió este lunes a los 77 años «bajo la custodia» y como un «traidor a la patria» para su hermano, el presidente Daniel Ortega, que sin embargo le reconoció su «aporte estratégico» a la revolución.
Nacido el 10 de enero de 1947 en el municipio La Libertad, Chontales, centro de Nicaragua, se encontraba bajo vigilancia policial desde el 19 de mayo pasado después de afirmar al medio argentino Infobae que no había un sucesor ante la eventual ausencia de Daniel Ortega, próximo a cumplir 79 años y en el poder desde 2007, para continuar la dinastía: ni su cuñada Rosario Murillo, que es la vicepresidenta, ni sus sobrinos.
Humberto Ortega fue uno de los históricos nueve comandantes de la Dirección Nacional del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que dirigieron Nicaragua entre 1979 y 1990, y fue fundador del Ejército Popular Sandinista en 1979, al que dirigió hasta 1995.
Su participación fue clave en la insurrección armada que derrocó a Somoza Debayle en 1979. Tras el triunfo de la revolución se convirtió en una figura prominente dentro del nuevo Gobierno sandinista, donde fue ministro de Defensa y jefe del Ejército en medio de la guerra civil que se libró en Nicaragua en la década de los ochenta.
Una figura respetada y controvertida
Fue un destacado militar y político nicaragüense, conocido principalmente por su papel en la revolución sandinista, dirigir el Ejército en medio de una guerra, y por ser el hermano menor del actual presidente de Nicaragua.
Bajo su liderazgo, el Ejército sandinista se transformó en una fuerza militar moderna. Además, jugó un papel crucial en las negociaciones de paz que llevaron al fin de la guerra civil nicaragüense en 1990, facilitando la transición hacia una Nicaragua más democrática.
Después de retirarse como ministro de Defensa y jefe del Ejército, en 1995, Humberto Ortega se mantuvo relativamente alejado de la vida política activa.
Dedicó su tiempo a escribir y reflexionar sobre la historia y la política de Nicaragua. Es autor de varios libros en los que comparte sus experiencias y puntos de vista sobre la revolución y la política nicaragüense.
A pesar de ser hermanos, Humberto y Daniel tuvieron diferencias notables en sus enfoques políticos y en su visión para Nicaragua. Mientras Daniel ha mantenido una fuerte presencia política como presidente, Humberto adoptó una postura más crítica y reflexiva desde su retiro.
Fue una figura respetada y controvertida en la historia de Nicaragua. Su legado está marcado por su contribución a la revolución y su papel en la configuración del Ejército nicaragüense moderno.
Daniel Ortega declaró «traidor a la patria» a su hermano
El Gobierno de Ortega destacó este lunes «el aporte estratégico del general Ortega como militante sandinista desde su adolescencia» y «su valentía en acciones militares revolucionarias» como el rescate al fundador del sandinismo, Carlos Fonseca Amador, en Costa Rica.
También reconoció «sus escritos, plataformas, teorías insurreccionales e históricas, que recopilaron y expusieron de forma brillante las epopeyas del heroico pueblo nicaragüense y del FSLN durante la insurrección contra Somoza.
Además Humberto Ortega contribuyó «a las etapas de lucha clandestina, guerrillera, insurreccional, y en la formación inicial, y dirección, del Ejército de Nicaragua durante los crueles años de guerra contrarrevolucionaria impuesta por los Estados Unidos de Norteamérica».
Cuatro meses antes de su muerte, la Policía de Nicaragua, que dirige un consuegro de la pareja presidencial, retuvo sus teléfonos celulares y computadores, y su residencia fue sitiada, luego de que declarara que el poder «dictatorial» de su hermano «no tiene sucesores» dentro de su familia y el sandinismo y que tras su muerte deberá haber elecciones.
Diez días después de criticar la sucesión «dictatorial», Daniel Ortega declaró «traidor a la patria» a su hermano durante un acto oficial transmitido en cadena de televisión, y en presencia de la jefatura del Ejército y la Policía.